Muchas familias de niños discapacitados visuales se preocupan acerca de la habilidad del niño para desplazarse solos en su casa sin peligro. Hay muchas cosas relativamente simples que se pueden hacer para ayudarle a moverse con seguridad en el hogar usando su visión, si la tiene, y los otros sentidos.
Además de pensar en la seguridad, es importante considerar cómo organizarla de modo que tu hijo adquiera destrezas al tener oportunidad de aprender y hacer las cosas en forma independiente.
Cuando miras tu casa para ver qué cambios pueden ser buenos para el niño, hay que tener en cuenta algunos elementos básicos:
* Luz, color y contraste
* Textura y tacto
* Etiquetas y marcas
* Organización y seguridad
Si tu hijo tiene alguna visión útil puedes ayudarle a usarla con la mayor eficiencia posible por medio del control de la iluminación, el resplandor, el color, el contraste y el exceso de objetos.
Iluminación: La mayoría de los niños con baja visión prefieren la luz natural, del tipo de la que entra por las ventanas. Sin embargo, para algunos, especialmente aquellos con albinismo, aniridia, u otras afecciones que causan fotofobia, el exceso de iluminación puede originar problemas. Si ves que tu hijo entrecierra los ojos cuando hay mucha luz, considera la posibilidad de conseguir una forma ajustable de cubrir las ventanas -persianas opacas o que reduzcan el deslumbramiento, que se puedan bajar desde arriba o levantar desde la parte inferior, o cortinas, o postigos- de modo que puedas controlar la cantidad de luz que entra en una habitación.
Para algunas de sus actividades, como leer, una lámpara adicional puede ser útil. Son mejores las que tienen el brazo flexible de modo que sea posible ajustar el ángulo de la luz; al mismo tiempo, debe ser suficientemente portátil como para que se la pueda mover con facilidad de un lugar a otro.
Resplandor: A la mayoría de la gente no le gusta mirar una superficie que produzca deslumbramiento, pero la luz que refleja una superficie brillante es particularmente incómoda para algunos niños que son discapacitados visuales. Procura eliminar o llevar al mínimo el resplandor en la pantalla de tu televisor, la superficie de las mesas y las páginas de los libros; para ello haz pruebas con lámparas próximas para dar con el lugar en que conviene ponerlas de modo que los reflejos se disminuyan al mínimo. Como la luz es el origen del resplandor, las persianas ajustables en las ventanas también pueden ser útiles durante el día. Usar un individual oscuro o un mantel en las mesas con una terminación con mucho lustre, puede reducir el deslumbramiento de la superficie.
Color: Podrás notar que tu hijo tiene un color preferido, como el rojo o el amarillo. Si es así, procura usarlo siempre que quieras llamar su atención sobre los objetos que le pertenecen. Cuando tenga edad suficiente, proporciónale un cepillo de dientes y una taza de su color predilecto en el baño. También puedes utilizar el color para ayudarle a mantener su habitación organizada, con cajas o cestas de diversos colores donde guardar distintos tipos de juguetes.
Contraste: Un alto contraste entre un objeto y el fondo contra el que se lo ve es con frecuencia útil para los niños que son discapacitados visuales. Por ejemplo, las letras negras sobre un fondo blanco se ven mejor que si son de color verde pálido sobre un fondo de un verde intermedio. Busca las formas de aumentar el contraste en tu casa. Una funda de almohada rojo brillante será más fácil de ver para tu hijo contra una sábana blanca de su cama que si las dos tienen el mismo color.
Piensa en el contraste en armarios y cajones: se pueden usar forros o individuales en los estantes para aumentar este efecto. Si pones la comida de tu hijo en un bol o en un plato que tenga mucho contraste con su alimento, le será más fácil ver lo que está comiendo. Por ejemplo, los cereales de color beige en un bol oscuro resultarán más visibles que si este es beige también. Aquí te proponemos algunos ejemplos sobre el modo en que el contraste puede convertir tu casa en un lugar más seguro y accesible para tu niño:
* Área del lavabo con y sin contraste
* Área de la bañera con y sin contraste
* Cocina de bajo y alto contraste
Exceso de objetos: Cuando hay muchas cosas en un estante o en la mesa de la cocina y están muy cerca unas de otras, es difícil para cualquiera identificar una en particular. Para un niño discapacitado visual puede ser una tarea ardua. Evita dejar que se acumulen objetos en los estantes del baño, en las mesas de la cocina, en la mesa próxima a la cama de tu hijo o en la parte superior de su tocador. Considera la posibilidad de dejar cierto espacio entre ellos de modo que se los pueda ver con más facilidad.
Trata de mirar las cosas desde la perspectiva de tu hijo. Lo que puede ser fácil de ver desde tu altura tal vez resulte imposible desde la de él. Pon las cosas que necesite ver a nivel de sus ojos.
Textura y tacto: Sin tener en cuenta el grado de visión útil de tu hijo, estimúlalo a usar su sentido del tacto para obtener información acerca del lugar en que están las cosas en la casa. En el baño, por ejemplo, puedes poner una banda de goma alrededor de su cepillo de dientes de modo que esté seguro de que es el suyo y no el de otro. Una etiqueta táctil en el armario de la cocina en que se guardan sus cereales le ayudará a encontrarlos por sí mismo. Si tu hijo aprende braille cuando sea mayor, las etiquetas de las cosas se pueden escribir en este sistema; si no es usuario del braille, la etiqueta puede tener una forma en relieve o una textura que pueda asociar con el objeto que esté buscando.
La mayoría de los niños que son discapacitados visuales conocen bien la distribución de su propia casa. Normalmente, no usan bastón para desplazarse en la casa, pero pueden emplear el rastreo cuando ya saben caminar y han pasado la primera infancia. Para ello, cuando se desplaza, pone el dorso de la mano contra la pared, un poquito adelante, de modo que este contacto le advierta la presencia de cualquier obstáculo con el que podría tropezar. Si usa esta técnica, será importante mantener los corredores y el suelo despejados y sin cuadros colgados en las paredes a la altura de su mano.