Del mismo modo que causa un paro cardíaco, un aumento del colesterol en sangre también puede provocar infartos en la retina, que es un tejido intraocular muy vascularizado e imprescindible para la visión.
La obstrucción de la arteria central de la retina es una de las urgencias oftalmológicas más graves.
El paciente puede perder la visión total o parcialmente de forma irreversible en cuestión de horas, debido a un infarto masivo del aporte sanguíneo a la retina.
Una dieta baja en grasas, actividad física regular y evitar excesos de alcohol u otros tóxicos como el tabaco son fundamentales para su prevención.