– Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 285 millones de personas padecen algún tipo de discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas, lo que supone un 0’7% de la población.

– En España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), padecen algún grado de discapacidad visual 979 mil personas, de las que 70.775 padecen ceguera legal según la ONCE.

– En España, la Encuesta sobre Discapacidades, Autonomía personal y situaciones de Dependencia (EDAD) cifra el gasto medio por hogar en persona con discapacidad en 2.874 euros cada año.

A nivel mundial, y según los datos obtenidos, China e India representan un 37,5% de la población a nivel mundial.

Podemos observar la alta prevalencia, en estas áreas emergentes, de personas con discapacidad visual, ya que representan casi la mitad (48’40%) de discapacitados visuales respecto a la cifra total de discapacitados visuales a nivel mundial.

Por lo tanto, indica un índice de prevalencia de discapacidad visual alto.

La tecnología ocupa cada día mayor espacio en nuestras vidas convirtiéndose en elemento indispensable en nuestra rutina diaria.

Para las personas con algún tipo de discapacidad representa una ayuda muy valiosa al facilitar un mayor grado de autonomía sustituyendo o potenciando sus carencias. Al mismo tiempo las personas con discapacidad abrazan el uso de la tecnología para su integración como cualquier ciudadano.

Según un estudio llevado a cabo por Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad (CENTAC), el 54,5 % de los encuestados, considera que el nivel de “uso” del teléfono móvil por los deficientes visuales es muy frecuente, el 42,4% cree que es frecuente y sólo un 3% cree que es poco frecuente.

En este mismo estudio se valora la Aplicación de las nuevas tecnologías para discapacidades visuales, ya que ayuda a superar muchas barreras. Esto se concreta en el diseño de nuevos dispositivos que sean desde el inicio accesibles y usables, o implementando o adaptando tecnologías ya operativas.

Los avances tecnológicos no son adaptados para las personas con discapacidad, por lo que paradójicamente se alejan al uso universal al no ser accesibles.

Un caso paradigmático es el Smartphone con su pantalla táctil, inaccesible para personas con discapacidad visual.

Actualmente, enero 2012, en España, el 17,4% de la población es mayor de 65 años, estimándose el 31% para el año 2049. Este envejecimiento generalizado de la población incidirá en un avance de los problemas de visión, ya que existe una correlación entre discapacidad y edad, como demuestra el dato de que el 65% de las personas con discapacidad visual son mayores de 50 años.

Las previsiones de uso de las TIC por parte de los futuros mayores, que en la actualidad se encuentran en el rango de 45 a 64 años, son sin duda muy positivas, puesto que la frecuencia de utilización de las tecnologías que realizan respecto a los mayores actuales es mucho mayor.

Por tanto es destacable el mercado inmenso y en continuo crecimiento que se abre de personas que necesitarán y requerirán soluciones TIC accesibles.

Durante la infancia, el sistema visual se encuentra en un proceso constante de cambios anatómicos y fisiológicos, creando patrones visuales y vías neurológicas que afectarán a su futura percepción.

De las tres millones de neuronas de nuestro cerebro, dos millones están relacionadas con la visión. La mayoría de autores coinciden en que los niños nacen con vista, pero la visión se aprende.

Los exámenes visuales realizados en los colegios sólo abarcan el 5% de los problemas visuales como visión lejana, dejando así muchas áreas sin valorar.

El porcentaje de fracaso escolar es cada vez más elevado. En la población infantil, los problemas de aprendizaje alcanzan valores del 11%, siendo un 80% debido a problemas de procesamiento visual.

Un niño con visión normal desarrollará la capacidad de ver de una forma espontánea; sin embargo un niño con baja visión, en la mayoría de los casos, no lo hará de forma automática, por ello se le

deberá estimular visualmente mediante un programa sistemático encaminado a desarrollar sus funciones visuales. Si no hacemos esto, funcionará visualmente muy por debajo del nivel que le

permitiría su problema visual. Faye dice: “la visión residual debe ser usada al máximo de la capacidad”, lo que desde el punto de vista perceptivo y del aprendizaje significa que cuanto más se

mira y se usa la visión más eficacia visual se logra. Por tanto, la visión, es una función aprendida, y su calidad puede mejorarse con entrenamiento durante un periodo de tiempo adecuado.

¿Por qué no hacer que el niño aprenda de forma divertida mediante apps?

Un estudio realizado por Common Sense Media, revela que desde este año, el 38% de los niños menores de dos años utilizan los smartphones y las tablets para jugar o ver vídeos. Es decir, 1 de cada 3 ha usado una tablet o un smartphone antes de saber hablar.

Uniendo investigaciones y estudios, deducimos que los smartphones o tablets pueden ayudar a detectar, prevenir y rehabilitar la visión en niños pequeños. Esto se debe a que el niño cuando utiliza uno de estos dispositivos tiene los cinco sentidos centrados en ello, y es mucho más fácil la detección, la prevención y la rehabilitación visual cuando el niño está receptivo.

Aunque no hay que olvidar “El uso excesivo de estos aparatos hace que pacientes que no son miopes se hagan miopes y que pacientes que tenían miopía les aumente más de lo debido. Por ello, es necesario que haya una mayor concienciación porque, además, estos problemas visuales afectan también al rendimiento escolar de los pequeños”

Por todo ello, se aconseja modular el tiempo que los niños pasan delante de un aparato electrónico; alejar las pantallas; poner un tamaño de letra grande para que el esfuerzo de lectura sea menor;

aumentar el contraste de la pantalla; tener una buena iluminación, preferiblemente luz natural; usar pantallas de alta resolución y evitar los reflejos.

Raylight Soluciones Tecnológicas S.L, además de crear SmartPhones y tablets accesibles mediante iloowi y loowi, ha creado otras apps accesibles, de prevención y rehabilitación visual.

Mediante estas app, la empresa no pretende realizar un diagnóstico, sino evaluar los síntomas para derivar a un oftalmólogo u óptico especialista.

– Aplicaciones accesibles: Tiempo curioso, Calendario vacunas 2014, Photo recorder

– Aplicaciones detección: Diagnóstico baja visión, Empareja los colores, ¿Qué número esconde al patito?

– Aplicaciones rehabilitación: Entrenador personal en visión visual. El óptico le planificará un horario al paciente para que cumpla con sus ejercicios de rehabilitación.