El implante, basado en nanopartículas, se inyecta en el ojo sin necesidad de una operación
Un equipo internacional de científicos, con la participación de la Universidad de Granada (UGR) en representación española, ha desarrollado una nueva prótesis de retina artificial basada en nanopartículas que se inyecta en el ojo y con la que se ha logrado devolver la visión durante ocho meses a ratas ciegas sin necesidad de ser operadas. El hallazgo se ha publicado en la revista científica Nature Nanotechnology.
La investigación ha sido liderada por investigadores del Centre for Synaptic Neuroscience and Technology del Instituto Italiano de Tecnología, en colaboración con otros colegas de las universidades de pisa, Génova, Milán y Granada y de los hospitales de Génova, Negrar y Mantova.
En el trabajo, los investigadores demuestran cómo nanopartículas de polímero conjugado pueden mediar la estimulación evocada por la luz de las neuronas retinianas y rescatan persistentemente las funciones visuales de las ratas ciegas.
Las nanopartículas de testaron e inyectaron por debajo de la retina en un modelo de retinitis pigmentosa en ratas. «En el modelo estudiado, las nanopartículas promueven la activación dependiente de la luz de las neuronas retinianas internas preservadas, recuperando respuestas visuales en ausencia de inflamación de la retina», explica Mattia Bramini, investigador Marie Curie en la Universidad de Granada, procedente del Instituto Italiano de Tecnología.
Cuando son microinyectadas en el ojo de las ratas ciegas, las nanopartículas se distribuyen de manera amplia y persistente en todo el espacio subretiniano, sin que se produzcan reacciones inflamatorias significativas. Después de una sola inyección, las nanopartículas rescatan el comportamiento fisiológico de la retina a la luz, así como la actividad de la corteza visual y agudeza visual, a niveles indistinguibles de los de las ratas sanas. El efecto permanece hasta ocho meses.
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Las nanopartículas de este polímero representan el primer intento de rescatar la sensibilidad y la discriminación espacial en las retinas degeneradas en respuesta a la luz visible. «La agudeza obtenida en la rata distrófica es igual a lo mejor que se puede lograr con los implantes actuales», apunta Bramini.
El desarrollo tecnológico también presenta un alto potencial para aplicaciones biomédicas en enfermedades degenerativas de la retina y, posiblemente, en otras enfermedades del sistema nervioso central.
Fuente: www.lavozdegalicia.es