Las pantallas de plasma y LCD han constituido una gran ventaja para los pacientes de baja visión, no obstante a veces necesitan ayudas ópticas como un telescopio de baja potencia. La nueva tecnología y las smartglasses son actualmente una ayuda muy eficaz.

La distancia mínima a la cuál debe situarse un paciente es igual a la medida de la diagonal de la televisión.