La startup madrileña Plusindes ha ideado un sistema que permite ‘recuperar’ la visión periférica de los afectados por medio de unas gafas inteligentes
La baja visión es una de las dolencias más habituales ente personas de avanzada edad. La OMS estima que alrededor de 220 millones de personas en todo el mundo sufre algún grado de pérdida de visión que les dificulta, cuanto menos, su vida cotidiana. Y aunque existen algunas soluciones quirúrgicas para ciertas patologías, en muchos otros casos lo más recomendable es tratar de mejorar la calidad de vida del sujeto ayudándole a valerse por si mismo.
Un paciente con las gafas de realidad aumentada para problemas de baja visión. / INNOVADORES
«En este campo de los problemas de baja visión, lo triste es que se va cerrando el tubo de lo que ves y no te das cuenta hasta que ya ves muy poco. El cerebro se acostumbra a ver de esa forma y para estas personas es lo normal», explica Rafael Cámara, fundador y CEO de la startup Plusindes, dedicada a estas lides. Su proyecto surgió precisamente a raíz de las necesidades de varios familiares de pacientes con estos problemas. «En nuestro caso consultamos a cuatro de los expertos más prestigiosos de España y todos coincidían en que no se podía hacer nada. Pero cuando entras en esa desesperanza, es cuando buscas fuera de la medicina. Mi abuelo era un gran fotógrafo en Madrid y pensé en que las técnicas que se usaban para abrir o cerrar el campo de la imagen podrían utilizarse para ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con baja visión».
De la idea al hecho. Cámara puso en marcha Plusindes en 2014 y, cinco años más tarde, su sistema de realidad aumentada Retiplus está cumpliendo con su labor en favor de la indepdendencia de aquellos que no pueden ver tanto como los demás. Basado en unas gafas de Epson, la solución ideada por esta startup permite mostrar al sujeto una serie de vistas de ayuda que complementan el campo de visión natural del paciente. Así pues, una cámara obtiene imágenes del entorno y del centro del punto de mira de la persona y, previa calibración por parte de un especialista, ofrece al individuo la posibilidad de alejar la imagen a su gusto, con zoom en movilidad, pudiendo visualizar la periferia que ha ido perdiendo a causa de su dolencia. Algo fundamental a la hora de deambular y moverse con libertad, sin miedo a chocarse con objetos u obstáculos en el camino. También a la hora de interactuar con personas que no tenemos enfrente o de situarnos en el entorno en que estamos, tanto dentro como fuera de casa.
Pero no sólo eso: este sistema de realidad aumentada ayuda asimismo a los especialistas a entender mejor los problemas de baja visión de cada paciente. «Es una herramienta muy poderosa para ellos, porque para los pacientes suele ser muy difícil explicar cómo ven. Con Retiplus podemos descubrirlo fácilmente, detectando las áreas que no puede ver dentro de la imagen, mejorando de este modo la comunicación con el paciente. Además, el especialista puede reconfigurárselas en cada visita para adaptarse a la evolución de su degeneración», detalla Mari Paz Álvaro, óptico-optometrista en Low Vision Lens, partner de Plusindes.
De este modo, los facultativos pueden consultar una ficha personalizada con la capacidad de visión del paciente, sus rutinas y problemáticas más habituales, monitorizando cómo se va reduciendo el campo de visión de los individuos y tomando las medidas correctivas oportunas. Y, por cerrar esta suerte de círculo virtuoso, esta misma solución también permite a los sujetos entrenar su visión periférica mediante sencillos ejercicios de seguimiento de objetos en sus gafas de realidad aumentada, promoviendo lo que se ha venido a denominar como ‘fitness ocular’ al activar todo el sistema óptico (músculos oculares, nervio óptico y elasticidad del cerebro) con su uso continuado.
Una idea de lo más útil, aunque tiene limitaciones: no todos los pacientes con baja visión pueden aprovecharse de estas ventajas. El sistema está ideado para personas con un campo de visión de al menos cinco grados y con una agudeza visual superior a 0,30. Unos requerimientos mínimos que la hacen perfecta para la pérdida del campo visual que provocan enfermedades como el glaucoma, la retinosis pigmentaria, retinopatía diabética o el síndrome de Usher, entre otras.
Plusindes ya opera, a manos de terceros, con su sistema de realidad aumentada en diez países, incluyendo Europa, Oriente Próximo y Latinoamérica. Una expansión que no resulta sencilla («primero tenemos que demostrarle a los sistemas de salud y los especialistas su utilidad, porque los pacientes se dan cuenta en apenas cinco minutos, y luego hay que entender que en muchos países, como España, estos sistemas no los cubre la Seguridad Social», admite Rafael Cámara) pero para la que Plusindes ya está buscando inversores que aceleren su despegue.
Fuente: www.innovadores.lazaron.es