Hace 6 meses que implantaron un chip en la retina a la la primera mujer ciega en Europa, la salmantina Rosario Juez, para intentar recuperar la visión. Ya ubica objetos y detecta movimientos tras un periodo en el que ha tenido que aprender a ver con este dispositivo.
A la paciente, que padece una retinosis pigmentaria, le implantaron en el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona el primer chip de retina Iris II hace seis meses y desde entonces ha tenido que seguir un proceso de aprendizaje para estimular su nueva «visión biónica».
Según ha informado el IMO, la paciente ha completado su proceso de rehabilitación visual y ha superado con éxito los test de evaluación del dispositivo ya que «Rosario Juez ha pasado de la oscuridad absoluta debido a la retinosis pigmentaria a percibir estímulos luminosos que le permiten ubicar y distinguir objetos».
La mujer ha aprendido a asociar la visión biónica, que ella misma ha descrito como «puntos e hilos de colores», a la visión real.
Según los oftalmólogos que la operaron, su experiencia ha corroborado los resultados del ensayo clínico multicéntrico llevado a cabo para probar la eficacia y seguridad del chip de retina, diseñado por Pixium Vision.
La especialista en baja visión y responsable de la rehabilitación visual de Juez, Carol Camino, ha explicado que tras 40 horas de entrenamiento en consulta combinadas con prácticas en su casa la mujer ya localiza y orienta objetos, detecta movimientos, y reconoce diferentes tipos de formas, tamaños y contrastes.
«Empezó ejercitándose con objetos grandes y compactos de color blanco sobre fondo negro y, progresivamente, ha ido superándose e incorporando mayor grado de dificultad. En las pruebas de evaluación realizadas en febrero ha conseguido, por ejemplo, situar un terrón de azúcar o una cucharilla de café sobre un fondo gris, aplicando la visión biónica en un entorno en el que las condiciones ya no son artificiales, sino semejantes a la realidad», ha detallado Camino.
Rosario Juez ha destacado que, gracias al chip de retina, al que dice que aún no ha sacado todo su potencial, ha podido apreciar «pequeños, pero significativos cambios».
En su hogar, dice que puede saber cuándo se ha dejado la luz y el televisor encendidos o dónde está su perro guía, mientras que al salir a la calle cuenta con una ayuda complementaria para sortear obstáculos, como árboles, bancos, papeleras, farolas o bordillos de las aceras.
«Mi hija también padece retinosis pigmentaria y todavía le queda mucho por delante. Espero que no tenga que llegar a mi situación, pero quiero que vea que hay esperanza», ha afirmado la mujer, que denuncia que «hay muchos escollos para las personas invidentes, por lo que cualquier mejora o facilidad es importante a la hora de ganar un poco de autonomía».
El doctor Borja Corcóstegui, involucrado en los estudios iniciales del chip de retina hace más de 20 años, investigador principal del ensayo clínico con el Iris II y que fue quien le implantó el chip a Rosario Juez, ha concluido: «Este es un paso más dentro de la compleja tecnología de la visión biónica para llegar a ofrecer una solución efectiva a pacientes con ceguera».
https://www.youtube.com/watch?v=dSKqw_st5yw
La salmantina Rosario Juez, la primera mujer ciega en Europa a la que implantaron hace seis meses un chip en la retina para intentar recuperar la visión, ya ubica objetos y detecta movimientos tras un periodo en el que ha tenido que aprender a ver con este dispositivo.
A la paciente, que padece una retinosis pigmentaria, le implantaron en el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona el primer chip de retina Iris II hace seis meses y desde entonces ha tenido que seguir un proceso de aprendizaje para estimular su nueva «visión biónica».
Según ha informado el IMO, la paciente ha completado su proceso de rehabilitación visual y ha superado con éxito los test de evaluación del dispositivo ya que «Rosario Juez ha pasado de la oscuridad absoluta debido a la retinosis pigmentaria a percibir estímulos luminosos que le permiten ubicar y distinguir objetos».
La mujer ha aprendido a asociar la visión biónica, que ella misma ha descrito como «puntos e hilos de colores», a la visión real.
Según los oftalmólogos que la operaron, su experiencia ha corroborado los resultados del ensayo clínico multicéntrico llevado a cabo para probar la eficacia y seguridad del chip de retina, diseñado por Pixium Vision.
La especialista en baja visión y responsable de la rehabilitación visual de Juez, Carol Camino, ha explicado que tras 40 horas de entrenamiento en consulta combinadas con prácticas en su casa la mujer ya localiza y orienta objetos, detecta movimientos, y reconoce diferentes tipos de formas, tamaños y contrastes.
«Empezó ejercitándose con objetos grandes y compactos de color blanco sobre fondo negro y, progresivamente, ha ido superándose e incorporando mayor grado de dificultad. En las pruebas de evaluación realizadas en febrero ha conseguido, por ejemplo, situar un terrón de azúcar o una cucharilla de café sobre un fondo gris, aplicando la visión biónica en un entorno en el que las condiciones ya no son artificiales, sino semejantes a la realidad», ha detallado Camino.
Rosario Juez ha destacado que, gracias al chip de retina, al que dice que aún no ha sacado todo su potencial, ha podido apreciar «pequeños, pero significativos cambios».
En su hogar, dice que puede saber cuándo se ha dejado la luz y el televisor encendidos o dónde está su perro guía, mientras que al salir a la calle cuenta con una ayuda complementaria para sortear obstáculos, como árboles, bancos, papeleras, farolas o bordillos de las aceras.
«Mi hija también padece retinosis pigmentaria y todavía le queda mucho por delante. Espero que no tenga que llegar a mi situación, pero quiero que vea que hay esperanza», ha afirmado la mujer, que denuncia que «hay muchos escollos para las personas invidentes, por lo que cualquier mejora o facilidad es importante a la hora de ganar un poco de autonomía».
El doctor Borja Corcóstegui, involucrado en los estudios iniciales del chip de retina hace más de 20 años, investigador principal del ensayo clínico con el Iris II y que fue quien le implantó el chip a Rosario Juez, ha concluido: «Este es un paso más dentro de la compleja tecnología de la visión biónica para llegar a ofrecer una solución efectiva a pacientes con ceguera».